CALENDARIO

sábado, 4 de diciembre de 2010

Tu vida, no de los demás.

Los cambios de ánimo tienen sus reflejos en nuestra vida cotidiana. Si somos felices viviremos satisfechos con el mundo, si somos solidarios viviremos en un mundo más humanitario, si somos desconfiados veremos que todo el mundo nos quiere engañar.

Pero ¿cual es en realidad nuestro estado de ánimo? ¿Cuantas caretas nos ponemos y quitamos a lo largo del día?

Dicen que la cara es el espejo del alma...para ver nuestra alma solo tenemos que quitarnos la careta; no es fácil vernos tal y como somos si además las caretas están superpuestas.

A veces cuando realmente consigues ser feliz seguro que tiene que ver con los momentos, en que eres tu mismo. Y con las personas, o los grupos que mejor te encuentras, son con los que eres tu mismo. Donde no tienes que hacer ningún papel.

Por este motivo, la existencia de diferentes formas de conseguir la felicidad conduce a tener diferencias entre nosotros. Estas diferencias deben ser respetadas y aceptadas por los demás porque, ¿a quién le importa la forma de vivir mi vida? Sólo nosotros sabemos lo que queremos, cómo lo queremos, dónde lo queremos, y cuáles son nuestras prioridades. Y para gustos, los colores. Siempre tendrás quien te juzgue, o quien no te acepte por ello. Cuenta con eso. Pero del mismo modo que tú no vas a ir a decirle a nadie cómo tiene que vivir, haz caso omiso de todo aquel que intente cambiar tu elección de vida.

A veces nos cuesta tanto elegir nuestra forma de vida por miedo a confundirnos y cometer errores. Este miedo nos paraliza, y ahí nos quedamos bloqueados. O cada vez que se plantea en nuestra vida una elección, es un verdadero conflicto. Necesitamos aceptar que en la elección, está implícita la posibilidad de errar. Pero errar es una parte imprescindible del camino de la vida, de llegar a conseguir nuestras metas y nuestros anhelos, de madurar, de aprender, de crecer. Si ha sido un error, me hago la pregunta: ¿Qué he aprendido de ello? Sin errores no hay camino. Sin camino, no hay vida.

Supongo que dejo bastantes preguntas en el aire pero sirve para que reflexionéis sobre si realmente merece la pena centrarnos y preocuparnos por los pensamientos de los demás hacia nosotros. Vive tu vida sin miedo por lo que digan o piensen.

Y no olvides, de los errores se aprenden y te ayudan a no tropezar varias veces con la misma piedra.

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